Horizontes
Casi imposible describir las sensaciones de estos días. Como se conmueve el alma al despertarse y ver esto cada día. Como tu piel se llena de sol y tu alma de emociones que se suceden, con vértigo y gozo hechos uno.
Y como tantas y tantas veces, es mi hijo quien sabe nombrarlo mejor.
El asombro y la incredulidad: «¿sabes mami? Tengo miedo de despertar y que esto sea un sueño y tener que volver a Madrid».
La nostalgia: «No se como expresarlo, mami, pero echo de menos a H. como mi piel» o «El mar sin ellos no es el mismo mar».
Y el vértigo: «Mami, tendrás que tener un poco de paciencia conmigo porque el miedo tarda más en irse que el enfado, y yo soy más pequeño que tu así que mi miedo es mayor» (lección de vida!)
Y la certeza: «Esto es un regalo inmenso, mami» o «¡Soy tan feliz!».
Pues eso, delante de nosotros el infinito. Es la sensación de que se abren tantas posibilidades nuevas ante nosotros y poco a poco toca construirse una vida propia en ellas. De momento, el hogar, la habitación de la que hablaba Virginia Wolf, la tenemos. Y es hermosa. Y como hablábamos hoy en la comida uno de los mayores privilegios es saber que este paraíso lo vamos a poder compartir con quienes amamos. Si no, no sería el mismo paraíso. Como dice José, el mar no sería el mismo.
Pepa
Una expresión innata, la mejor, felicidades
Mmmmmm….. qué maravilla!!!!
Maravilloso mar, maravillosa combinación de azules de horizonte, maravillosos Pepos.
Toca disfrutar… y creerse que todo es verdad, porque lo es.
Qué maravilla ! ,vuestra vida llena y con el mar.
Pero ,si que es verdad ,como dices Pepa ,que compartir con los seres
Queridos es en realidad lo esencial de la vida , I love you
Qué lecciones dan los niños…!
Abrazo y adelante, mami!
Genial tu hijo!
Bienvenida a Mallorca!!!! es lo que tiene vivir aquí… que es magnífico!!!
Nos vemos en algún curso!!!
Un abrazo