El significado de un abrazo
Conversación de ayer por teléfono, de las que merecen no olvidarse:
– Mami! ¡Estoy feliz! Hoy la profe me ha puesto una nota buena para mi y para ti, pero ¿sabes lo mejor? Que cuando salía de clase, ¡me ha dado un abrazo! ¡Ella me ha abrazado! ¡Nunca antes me había dado uno, mama!
Celebramos emocionados el abrazo.
– Mama, ¿que voy a tener de premio por la buena nota, aparte de lo orgulloso que me siento de mi y lo contento que estoy?..
-Pues no lo se, cariño, ¿pero no te parece suficiente ya esa sensación?
Seguimos conversando de otras cosas, me pasa a su madrina y cuando estoy hablando con ella, le pide el teléfono de nuevo.
– Mami, que tienes razón, que con lo orgulloso que me siento ahora mismo me es suficiente, ¡estoy tan feliz!
Y yo con el, mientras se me cae una lágrima en uno de tantos aeropuertos. Y sólo por hoy no quiero pensar en todo lo que hay detrás para que mi hijo de este valor a una nota buena, o a un abrazo de su profesora. Sólo celebrar.
Estamos en camino.
Pepa
Estimada Pepa,
Te descubrí este viernes a la Conferencia sobre jóvenes violencia de género en Barcelona ¡qué hallazgo!
En persona ya te felicité por al ponencia y prometí seguirte on line y a través de tus libros y publicaciones. Acabo de descubrir tu blog, tus palabras y tu enfoque profesional y no sé por qué lado me siento más impactada, la verdad… También tengo un hijo y cuánta labor invisible hay detrás para que sepan valorar ciertos gestos, tarea de titanes en este mundo en el que debemos compaginar tantos roles pero la calidad afectiva junto a la constancia y coherencia son valores lentos pero seguros.
Me siento muy afortunada por haberte descubierto, tu aplomo palabras y actitud invitan a leerte así que, con todo mi cariño y curiosidad te iré acompañando en este camino virtual y real cuando pueda asistir a algún otro taller!!
Un saludo y mil gracias por tu labor y actitud vital ;o)
Querida Elisabet,
Bienvenida a este pequeño rincon, vuestra presencia le da sentido y gracias por tus palabras!
Un abrazo,
Pepa
Me emocioné mientras leí tu entrada y no sabes cuánta alegría me ha dado!
Un abrazo transoceanico, Vale! De los abrazos de José, los que hacen feliz.
Tqs,
Pepa
Hola Pepa,
Me ha gustado, como siempre me encantan tus post. Ponen en valor cosas cotidianas con una gran sensibilidad y mucho amor . Me he acordado de lo importante que son para todos, y especialmente para los niños, no sólo las palabras si no también los gestos
Des de la distancia pero cerca en el corazón.
Un fuerte abrazo.
Natàlia
¡Es un orgullo saber que tu hijo es capaz de apreciar y valorar lo más simple de la vida como es el abrazo y el reconocimiento! Pufff, a mí también se me caerían las lágrimas pero no tengo niños y muchas veces me aflige ver a niños que sólo saben dirigirse a sus padres para pedir, pedir y pedir cosas materiales sin saber lo que es un fuerte abrazo o un beso, me entristece saber que ellos ¡No conocen el Amor!
Querida Pepa
También los adultos que trabajamos con niños nos emocionamos y entusiasmamoss cuando nos expresan su agradecimiento y reconocimiento a través de los abrazos. No hay nómina donde quepa el valor que eso tiene. Te hacen sentir una verdadera privilegiada.
Esto es como el encaje de bolillos, querida Pepa: ¿Cuántos alfileres sobre el mundillo hacen falta y cuánto trabajo para que resulte una filigrana preciosa? Pues muchísimos y colocados justamente en los lugares precisos. Sólo cuando vas viendo el trocito de puntilla conseguido es cuando comprendes que, efectivamente, has hecho bien tu labor. Pues eso…, pero con José. ¡Enhorabuena!
Isabel, me encanta la imagen! Encaje de bolillos…tal cual 😉
Belén, sentir los abrazos como educadora es uno de los mayores privilegios de ese trabajo. Al menos así lo creo.
Emiliano, gracias por la emoción.
Natalia, siempre tan cerca…gracias!
Pepa