El alma en la piel
En cuatro días mi hijo se va de casa.
Tengo el alma en la piel.
16 años juntos. Ahora le toca volar. Y a mí volver a la soledad acompañada y ser hogar al que volver cuando le haga falta.
Hemos cambiado de sitio los muebles de casa, regalado algunos y hecho una limpieza muy fuerte. Es una casa diferente con mucho, mucho, mucho espacio diáfano. Me alegro de haberlo hecho antes de que se vaya. Y aún falta sacar sus cosas.
Lloro a ratos. A ratos siento vértigo. Otros le miro con orgullo. Y siempre agradecida.
La gente que me conoce bien lleva días enviándome mensajes. Es como cuando las mujeres paren, que hay personas que llegan al hospital y miran sólo al bebé y otras que miran y abrazan primero a la madre. La mirada a la madre. Una vez más, me siento cuidada.
Estos días pienso mucho en mi madre. Hoy pensaba que ella vivió este mismo desgarro cuando me fui de casa a estudiar a Madrid. Pero me he dado cuenta de que con una inmensa diferencia. Y es que ella sabía que se moría, que se le acababa el tiempo. Y renunciaba a ese último tiempo conmigo. Tenía a mi padre y a mis hermanos y eso lo hacía más fácil. Pero hoy de repente su generosidad, que siempre he tenido presente, se ha hecho mucho más radical. Mucho.
La verticalidad: mi madre y mi hijo. Mi piel.
Pepa
Un abrazo muy,muy fuerte a tu madre a tu hijo y,sobre todo,a ti,eslabón.
Abrazo grande para los dos
Siempre has sentido su abrazo y su protección desde niña… ahora te toca abrazar y abrazarte; proteger y protegerte… todo envuelto en grandes dosis de fe y de confianza . Y del amor de todos los que os queremos.
Todo va a salir bien. Te quiero. Os quiero.
Y nosotros te queremos a ti. Creo q es de lo más bonito q me has escrito. Gracias!
Pepa, cuánto te aprendo cada que te leo, cada que generosamente te compartes y pones palabras a tu sentir, a tu percibir, gracias por ello, abrazo inmenso de mamá a mamá, siento tu sentimiento, te entiendo, nos toca pasar por lo que han pasado nuestros padres, nuestra madre, afrontar con amor, respaldar y acompañar a nuestros chicos, seguro todo irá bien, para ambos. Abrazos
Gracias x seguirme y estar al otro lado y un abrazo!
Gracias por compartir tus vivencias, leerte es terapéutico Pepa. Te abrazo y te envío fuerza para este momento de cambio.
Gracias a ti por estar al otro lado y por la fuerza que me envías abrazo!
Querida Pepa, otra etapa de a la que adaptarse y aprender…, como madre te entiendo!, ánimos, un abrazo ♥️
Este año, cuando mi hijo regresó de su Erasmus en Alemania me dijo que su habitación se había quedado como muy infantil. Pasó unos días en el verano haciendo limpieza, regalando o poniendo en venta aquello de lo que se quería deshacer. Después de esto, seguía habitando en su dormitorio un gran oso de peluche al que tampoco se le podía dar cabida en ningún cajón. Le pregunté qué deseaba hacer con él y me contesto: «por ahora me lo quedo mamá». Me imagino Pepa, que eso también sea «tocar hogar» como decía tu madre.
Muchas gracias Pepa, siempre que te leo me emociono.
Gracias a ti, Elena! Me has hecho recordar que conservé durante años un burro de peluche gigante que mi madre y mis hermanos me regalaron justo antes de que mi madre muriera. Y mi hijo ha conservado parte de sus peluches en el armario a pesar de todas las limpiezas. Tocar hogar total 😉 abrazo!