De nuevo, mi pelo

22 enero 2014
Etiquetas: ,

Toca decirlo en alto. Se me esta cayendo el pelo de nuevo. Y esta vez se me esta cayendo no con calvas sino entero.

Volvió una vez, volverá de nuevo, lo sé, pero toca aprender, aprender lo que vino a enseñarme mi pelo, o mejor dicho aquello que no encontré otra forma de enseñarme a mi misma que de una forma tan visible y tan extrema como es quedarse calva. Se trata de quererme tal cual soy: calva, peluda, gorda, delgada..se escribe más fácil de lo que se logra.

La primera vez que ocurrió había una causa, una causa tan evidente que para mí fue fácil de integrar. Y aún así casi no pude hablar de ello hasta que recuperé el pelo. Y entonces lo describí así.

Pero esta vez no había una causa concreta, había muchas y ninguna al mismo tiempo. Antes de navidad, me sentía en mi lugar, me sentía bien, increiblemente bien diría yo. Y entonces empezó a caerse. Y no pelo a pelo, ni gradualmente sino a mechones. Y un mes después, ya es indisimulable (existirá esta palabra?). Y con cada mechón, la angustia. Esa angustia de «no puedo volver a pasar por esto, ¡no puedo!» y la rabia, el enfado conmigo misma, algo así como «¿a qué viene esto ahora, Pepa? no tiene sentido».

Pero semanas después he comprendido que tiene todo el sentido. Sigue doliéndome lo indecible que tenga que recurrir a formas tan extremas de hacer conscientes las cosas, pero lo he comprendido. Y la angustia se va yendo poco a poco, conforme empiezo a plantearme que mientras todo el pelo pequeñito que tengo ya crece de nuevo, tendré que encontrar maneras de disimular un poco la calva delantera. Por suerte tengo muchísimo pelo y eso lo hace más llevadero. Pero en cuanto ese pelo crezca, voy a bajar a la pelu y a cortarme el pelo cortito, como lo llevé muchos años, para darle oportunidad de crecer nuevo, y limpio. Pero para eso aún es pronto, de momento las calvas se ven, la cama sigue estando llena de pelo cada mañana y mi hijo sigue encontrando pelos por todos lados 😉

Y voy a ponerlo en palabras, a narrarlo, como dice una de mis luces en las oscuridades. Es una mezcla de muchas cosas. Algo así como: estoy cansada, no he tenido momento, margen ni tiempo para dolerme y curar el dolor del verano. Estaba tan preocupada por mi hijo y porque él estuviera bien, que ahora que le veo fuerte y feliz me he permitido sacar mi dolor. La intemperie y el frío de aquellos momentos dentro de mí mataron mi pelo. Cuando le vi bien tenía que haberme parado y haberme dado un tiempo para mí, pero el trabajo, la vida diaria de madre soltera y mi propia falta de consciencia me impidieron hacerlo. Hasta que mi cuerpo ha dicho: para.

Estoy cansada de estar sola. Me despedí de alguien a quien amaba, y sigo sola. Y duele. Y pesa. Nada que no conozca mucha gente. Pero es mi soledad, y mi miedo. Unido a un anhelo de que este año hubiera sido diferente. Y a un peque que no para de poner en palabras esa ausencia.

Estoy enfadada. Enfadada conmigo misma por no ser capaz de darme lo que doy a los demás, de cuidarme como cuido a los otros, de decirme lo que digo a otros. Enfadada por haber sido bastón para tantos y desde demasiado pronto. De haber tenido que conquistar mi debilidad, aprender a apoyarme y pedir ayuda y recibir las caricias de los demás.

Quedarse calva es sentirse fea, porque no es estarlo sino sentir que los demás te ven fea. Y dudar profundo de que alguna vez alguien te vea hermosa, de que alguien te elija.

Y después de decir todo eso, también estoy empezando a descansar, y a verbalizar otras cosas. Sobre todo desde el domingo y gracias a dos amigas que me hicieron mirarme a un espejo y reirme a mandibua batiente. Estoy orgullosa de mí misma, y del camino que he recorrido. Estoy orgullosa de que mi hijo no sólo no saliera dañado sino que esté más fuerte y más feliz, orgullosa de salir a la calle y seguir con mi trabajo público a pesar de estar quedándome calva, orgullosa de hacer malabarismos con mi tiempo, y de todo lo que doy y genero a mi alrededor en mi vida personal y en mi vida profesional. En más sentidos de los que sé explicar, tengo un privilegio de vida y es una vida que he construido yo.

Estoy cansada. Muy cansada. Pero toca quitarse una capa más. Y no cualquiera.

Gracias por estar ahi.
Pepa

16 comentarios a “De nuevo, mi pelo”

  1. Enhorabuena, eres muy muy grande y muy muy hermosa por dentro y por fuera,que nunca nos falte una sonrisa y una risa que compartir.
    Te quiero
    Sandra

  2. Con un nudo en la garganta, algunas observaciones, y ojalá alguna dé en algún resorte en tu interior. Sé que algunas cosas suenan a teoría pero no lo son.

    1. Estar calva no significa estar fea, mientras tu rostro irradie luz. Eres bella, ya sea sin pelo o con melena. Tus ojos y tu risa son de una hermosura que muchos quisieran. Tus lágrimas son valiosas, pero ya no es tiempo de llorar. Y distingo entre ser y estar.

    2. Nadie, hasta que llega, tenemos la certeza de que en esta vida nos toque vivir en pareja. Y lo digo desde el conocimiento. Aunque muchos, en muchos momentos, hayamos creído tener esa certeza. Hay que caminar solo y disfrutarlo conscientemente porque a lo mejor es así como nos toca vivir esta vida concreta.

    3. Cambia el enfoque, hermanita. Destrozarte a tí misma no ayudará a José. Y la Vida aún nos guarda a todos muchas lecciones de todo tipo. Los malos tragos de José no pueden convertirse en destrozos a tu persona, porque son lecciones de la Vida, no son machaques de la Vida. Proteger a José de todo lo malo NO es tu tarea. Tu tarea es VIVIR LA VIDA A SU LADO.

    Eres VALIOSA, inteligente y amorosa (nótese que no digo fuerte, porque eso no es un imperativo vital para mí). Tienes el amor de muchos y tienes a José. Pero sobre todo te tienes a tí misma.

    Y para terminar, intenta vivir en tu hoy pleno y radiante, sin pelo de momento y con pelo enseguida, y deja que el futuro llegue cuando tenga que llegar, y te sorprenda.

    Ahhh… y muy importante: busca un punching bag que te sirva y descarga lo que queda de rabia y enfado dentro… aún queda, y te pesa demasiado.

    Te quiero,
    Anna

  3. Querida Pepa:

    Me emociona y me maravilla tu capacidad de abrirte en canal para comunicar todo lo que estás viviendo. De acuerdo que se te está cayendo el pelo, pero el pelo no es tu SER, que cada día está más vivo y radiante y dando unas lecciones de entereza y consciencia que son admirables. Tú sabes que el pelo volverá a salir y volverás a poder ir a la pelu y dejártelo cortito si así lo vas a sanear. Lo importante es que, a pesar de este mal trago, tú sigues siendo PEPA un poquito más sabia y más consciente de que tienes que cuidar tu cuerpo y atender a sus necesidades… o te pasará factura. Es maravilloso cuidar de tu hijo y de todos los demás, pero siempre que tú estés bien física y anímicamente y no te excedas olvidándote de ti.

    Espero con ilusión tu escrito contándonos que tu pelo volvió a crecer y que de nuevo te sientes contenta y feliz viviendo la vida que quieres vivir. Y será más pronto de lo que piensas.

    Un fuerte abrazo con todo mi cariño.

  4. Corazon! Una vez mas m dejas sin mucho q decirte…que eres preciosa x dentro y x fuera, que tu sonrisa nos hace fuertes y q de sobra sabes q aqui estoy, hoy, mañana y siempre… xa agradecerte tus, palabras, miradas y abrazos. Que eres fuerte…ya lo sabes de sobra!
    ¿Que mas puedo decirte q tu no hayas dicho ya?? Un besazo enorme, sabes que te quiero guapaaa!!

  5. Hola Pepa.
    Hace unos meses asistí a unas jornadas sobre infancia y tú eras una de las ponentes. Tu exposición fue breve, por falta de tiempo, pero fue impresionante. La claridad y sencillez con la que expusiste los contenidos, lo directa que fuiste. Me encantó lo mucho que transmites, serenidad, bondad, convicción. Como ha dicho «tiAnna»: «tu rostro irradia luz».
    Leyéndote me he acordado de un vídeo que vi hace unos días, una interesante reflexión sobre la belleza y lo que define a una persona. Te dejo el enlace:
    http://www.upsocl.com/inspiracion/la-llamaron-la-mujer-mas-fea-del-mundo-su-reflexion-sobre-eso-es-asombrosa/
    Gracias por compartir esas cosas de las que casi nadie habla.
    Un saludo.
    Rosana.

  6. Una vez más, me quedo sin palabras. Entre los comentarios, los mensajes al móvil y demás..no se que decir.
    TiaAnna, cada día más sabia, gracias por tu inmenso amor y el tirón de orejas.
    A las dos Sandras, me siento tan feliz de teneros en mi vida y de ver las mujeres que habéis sacado de dentro en estos años! Gracias por no dejarme olvidar quien soy.
    A Isabel, como siempre, tienes razón. Pero ya sabes, un poco de paciencia conmigo 😉 voy más rápido de lo que aprendo 😉
    Y a rosana, gracias de corazón por recordarme esa luz y por el video.
    Gracias a vosotras y a los mensajes privados que me han llegado. Siempre creí que compartir lo que vivo tiene sentido, pero este blog me reafirma cada vez más en ello.
    Pepa

  7. quienes tenemos la suerte de estar cerca de ti conocemos tu belleza, tu hermosura interna, externa, la que tienes y la que creas a tu alrededor, la disfrutamos y la saboreamos, la reimos, también la aprendemos, le ponemos nombre, la vivimos… es muy real

  8. Hola Pepa,
    Me has hecho llorar de emoción con tus palabras, y sabes una cosa?, es algo tan maravilloso y tan bonito que sólo puedo decirte GRACIAS.
    Te conocí hace un año en Pamplona, en uno de tus cursos, y me gustaste mucho. Me gustó tu persona, tu manera de hablar, de llegar a la gente, de transmitir con pasión lo que piensas y enseñas, me gustó tu humildad y tu sinceridad… Sinceramente en tu pelo no me fije, porque cuando conoces a alguien tan bonita y tan especial… A quien le importa como tenga el pelo???
    El 2013 fue un año muy duro para mi, descendí a los infiernos y sentí miedo, mucho miedo. Y cuando todo había pasado, cuando ya todo estaba bien y me sentía optimista, mi cara se llenó de granos, una vez más, igual que sucede siempre. Con cuarenta años fastidian esos granos de quinceañera, ese ver poco a poco como tu cara se deteriora, pero esta vez no me preocupé ni me acomplejé, » cómo siempre, pensé, una vez que supero algo mi piel exterioriza toda la angustia que he vivido por dentro. Buena señal, eso es que estoy recuperada»
    Un beso Pepa, y ánimo que todo pasa. Gracias por esos regalos tan estupendos que son tus palabras
    Eva

  9. Mi querida, hasta en el modo de compartir tu dolor eres sensible con nosotros… para mí, que estoy lejos y no siempre al tanto de tu día a día, y leo esto y llego al final de tu escrito, siento y confirmo que eres privilegiada y tienes miles de razones para estar orgullosa.
    La impotencia que genera la distancia se hace más leve, a leer el final de tu escrito y saber que sigues adelante.
    Este es tu camino y está lleno de gente que te quiere y te rodea. Unos más de cerca, pero todos presentes. Besos para ti y para jose.

  10. Pepa, sólo darte las gracias por ser capaz de expresar tu vulnerabilidad y tus miedos y hacernos a todos partícipes de lo que sientes. No sabes cuanto nos ayuda tener un espejo, alguien en el que ver reflejado muchas veces aquello que sentimos, aquello que nos pasa aunque sea a través de otras formas y expresiones. todos somos vulnerables y en aceptar esa vulnerabilidad y aprender a vivir con ella radica parte de nuestra valentía.

    Yo, que no te he visto nunca, sólo se ver la belleza de tus palabras. Me encantaría conocerte porque esa belleza como bien dicen aquellos que te conocen, seguro se ve reflejada en tu rostro, en tus ojos y tu manera de moverte. No temas por el pelo. Creo que es bueno tener un elemento en nuestro cuerpo que nos avisa y muestra explícitamente que debemos parar y cuidarnos.

    Una abrazo fuerte y gracias nuevamente.

  11. Los “Sinpelos”, esta es una historia ocurrida en lugar no muy lejano, allí vivía Pepa de la familia de los “ espirales de colores“. Era una mujer especial , valiente , sensible , decidida y tenaz de las que brillan sin necesidad de luz. Había tomado un camino poco común, ser bruja de las buenas, de las de verdad “porque de haberlas haylas”.
    Solía subirse en su escoba y volar lejos, aunque no exenta de sus aterrizajes forzosos por la incidencias del tiempo. Hacia ya un tiempo que se sentía muy satisfecha, tenia a su lado su pequeño ayudante y juntos preparaban unas exquisitas pócimas donde la magia estaba garantizada.
    Un día pero Pepa se sintió desorientada, su pelo, aquel que protegía su cabeza de la intemperie decidía despegarse, ella no le había dado permiso, necesitaba que estuviera allí donde casi siempre había estado. No era justo! Sus motivos tendría para poner distancia y desaparecer temporalmente.
    Pero que más lejos que apenarse y conformarse, Pepa recogió todos y cada uno de los mechones de pelos y los puso en la olla junto con sus secretos ingredientes que siempre la acompañaban. Aquel día invitó a sus amistades a probar del brebaje y a compartir sensaciones y emociones de un viaje a lo desconocido. Todos acudieron “sinpelo” a compartir una manera de ser y de estar en el mundo. Gracias Pepa te queremos aún más por ser como eres y compartirlo. De todo corazón un beso.

  12. Mi querida hada Natalia, me has hecho llorar. Te mando un abrazo conmovido y agradecido desde la mar, donde me ha tocado la fortuna de venir a trabajar. Escribiré la continuación de tu relato.
    María, ojalá nos conozcamos pronto, donde quieras, cuando quieras.
    Olga, estás mucho más cerca de lo que imaginas.
    Almu, te quiero, gracias por las risas del otro día. Y por tu luz.
    Eva, tienes razón, mi pelo también habla 😉
    Un abrazo inmenso,
    Pepa

  13. Pepa, nada se puede añadir a lo ya dicho por tu red de amor.Tan solo recordarte que bailar,hablar, reirse a carcajadas, pasear con José,zambullirse en las aguas frías de una piscina, comer una pizza….. se puede hacer con pelo corto, con calvas, con tres pelos,con barba,sin barba………Tu pelo no te define. Nos has enseñado que tu definición viene de la mano de tu autenticidad,ternura, profesionalidad,valentía……..
    La vida te ha elegido para ser la madre de José, para ser Pepa y estar como Pepa en el camino de muchas vidas.Estoy segura que un día se cumplirá tu sueño.
    Te quiero

  14. Buenos dias,animo en el recorrido de a ausencia,del sufrimiento de la dificultad de aceptar la imagen del espejo….me hubiera gustado tratar contigo …saludo

  15. Pepa, sólo añadir una cosa a todo lo dicho. Llego a la conclusión que a medida que tus mechones caen, tus cariños crecen y sobre todo el de tu hermana que me ha hecho llorar por su ternura. Conozco esa sensación que sientes porque a mi me pasa con mi piel. Cada vez que libro una batalla y la creo vencida mi piel me pasa factura y decide brotar para sacar las heridas que han quedado dentro. No pasa nada. Hay que limpiar y volver a empezar. A mi el pelo corto me encanta y creo que para empezar de cero hay que cortarlo al cero.; )) Ánimo.

  16. Hola Pepa, creo entender lo que sientes porque a mi también me pasa, se me cae el pelo, en la peluquería me encontraron una calva (he ido al medico y es un problema de tiroides), la almohada llena de pelo, la casa llena de pelo,los abrigos, ya molestan hasta en el trabajo, mil cremas y vitaminas y pocos resultados, pero es mi cabeza y acepto que sea así, también he pensado en pelucas coloridas y actualizar un poco el estilo ji, ji, si lo peor ocurriera(un poco al estilo Celia Cruz). Ánimo, nos encantas.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies