De historia a historia

16 mayo 2013
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Mi hijo y yo nos contamos historias una noche sí, otra no. Las otras noches tocan cuentos (los cuentos se leen, las historias se narran, inventándolas en ese instante). Él me cuenta una a mí y yo a él.

He aquí las historias de esta noche. Primero la que me ha contado José, luego la que le he contado yo. No sé de dónde surgen. Son sencillamente magia. Y me surge compartirla.

Pepa

LA MARIQUITA DE COLORES
Historia inventada por José para mamá el 16 de mayo de 2013

Esta era una mamá mariquita que quería volar, así que lo intentaba y lo intentaba, pero siempre se caía. Hasta que por fin un día co mucho esfuerzo, se subió a la montaña, abrió las alas… y voló.

Pero cuando se acostumbró a volar, llegó la lluvia y le borró sus colores. Se quedó sin ninguno en su caparazón. Y entonces se puso muy triste. Y llovía, y salía el sol, y llovía y salía el sol.

Y entonces de tanto llover y salir el sol, un día salió el arco iris. Y a la mariquita mamá se le ocurrió una idea. Decidió volar hacia él y meterse en el arco iris y entonces…¡salió llena de colores purpurina! Y de colores del España. (Del España?- digo yo-Sí, de su equipo favorito).

EL MAGO DE LOS PENSAMIENTOS

Historia inventada por mamá para José el 16 de mayo de 2013

Este era un niño pequeño (muy guapo- dice él- muy guapo- digo yo), muy guapo y muy inteligente que tenía la cabeza tan llena de pensamientos que casi siempre se le salían, flotaban alrededor de su cabeza, se confundían, se mezclaban y él andaba todo el día mareado. Por aquí un “hoy voy a comer..”, por acá “la respuesta al problema de mates es..”, por allá “cuando me pregunte, le diré a mamá que…”. Había tantos y tan diversos entre sí que el niño no lograba ponerlos en orden, a veces se mareaba y parecía como ido. Como cazando moscas, le decía su profe.

Hasta que un día en el parque, paseando para intentar aliviar el dolor de cabeza y sin ganas de jugar ni a la pelota, el niño se encontró a un anciano. Tenía el pelo blanco, como a él le gustaba.

Se le acercó y le preguntó:
– ¿Qué te pasa? Tienes mala cara.

Y él le contó su problema:
-Son mis pensamientos, que no puedo con ellos, no me dejan en paz, me lían y me atontan.
-Uy, a mí me pasa lo mismo.
-Imposible.
-De verdad, ¿por qué crees que llevo esto? – dijo señalando la boina que llevaba puesta. Y al hacerlo, se levantó la boina y sus pensamientos comenzaron a flotar imparables alrededor de su cabeza.

El niño los miraba asombrado. Allí, sobre el cabello blanco de aquel anciano había flotando fórmulas que él nunca había visto, palabras en idiomas que nunca escuchó y algunos otros pensamientos sobre los árboles, el sol o las nubes que hasta reconocía porque se parecían a los suyos.

– Y ¿Cómo lo haces para controlarlos? ¿Llevas siempre la boina puesta?
– No, sólo la llevo los días especialmente fríos. El resto del tiempo descubrí un truco infalible para que me dejen tranquilo.
– ¿Y cuál es? ¿Me lo puedes contar?
– Aprendí a acariciar mis pensamientos.
– ¿Acariciarlos? Eso es imposible.
– ¿Imposible? Espera y verás.

Diciendo esto, el anciano comenzó a acariciarle la cabeza al niño, le pasó su mano suave y blandita por la cara, por detrás de las orejas…y poco a poco los pensamientos del niño dejaron de hablar. Se calmaron, incluso alguno se adormeció, como si aquellas manos le estuvieran cantando una nana.

-Pero ¿Cómo lo hiciste? ¡Eres un mago!
– Te lo dije: con caricias.

Y así fue como el niño, a partir de aquel día, cada vez que necesitaba silencio para poder descansar o responder a la maestra, o para seguir el rastro de las hormigas entre los árboles…Cada vez se pasaba la mano por su rostro, cerraba los ojos y adormecía aquellos pensamientos. De esa forma lograba vivir ese instante. Ese y no otro.

Pero siempre, antes del silencio, le quedaba un último pensamiento: «Definitivamente, es magia».

3 comentarios a “De historia a historia”

  1. Auténtica magia es lo que hay entre tu hijo y tú, Pepa. Gracias por compartirla con los demás… y que no nos falte. Un abrazo fuerte para los dos.

  2. Hola Pepa te conocí en el taller de vínculos que diste en Marque de Urquijo este mes de junio. Me encantas te pero ahora viendo tu página me tienes enganchada . Me he atrevido a contarte sobre lo que me hijo Miguel me dijo sobre las carici as ya que nosotros jugamos mucho a las cosquillas desde siempre, ahora tiene 12 años:» las caricias son los besos de las manos y los besos las cosquillas del alma.» Imagínate como me quedé pero es que nosotros tenemos besos de diversas formas, azules,de mariposa, de gnomo ,de esquimal.
    Un abrazo y mil caricias.

  3. Que maravilla de imagen! Me encanta, gracias por compartirla. De corazón. Ese taller fue realmente especial.
    Un abrazo,
    Pepa

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