La memoria
La memoria nos constituye.
La memoria nos ancla.
Recordar nos asusta.
Recordar nos bloquea.
Recordar a veces nos obsesiona.
Elegimos recordar y elegimos olvidar. Del mismo modo que elegimos amar.
Olvidamos para preservar a nuestra gente amada.
Olvidamos para quitar peso al dolor, y desgarro y temblor.
Somos lo que hemos vivido, aunque no lo recordemos. Pero sin memoria no hay consciencia. Ni libertad.
Recordar duele y salva.
Olvidar preserva y daña.
Recordar son espirales. Vuelves a pasar por el corazón, pero tu corazón no es el mismo. Tu vida tampoco. Comprendes la magnitud. Comprendes la necesidad de olvido.
Al recordar recuperas fogonazos sensoriales: aquel olor, aquel escalofrío, aquella sonrisa o la luz de aquel atardecer en esa playa.
Y casi parece que puedes tocar a aquella persona o que vas a volver a sangrar aquella herida que te encoge el estómago como puñetazo.
Al recordar sonríes sin saber por qué, sientes compasión hacia la que fuiste: ingenua, pequeña, frágil y tan bonita!. Y te miras al espejo y ahí estás: más consciente, algo más libre. Y te acaricias. Y reconoces tu valentía.
Y al mismo tiempo sabes más que nunca lo mucho, muchísimo que has elegido olvidar.
Pepa
Me encanta recordar tía, es tal cual lo que has descrito. Lo que más me gusta es mirar mis fotos y recordar durante el año esos días mágicos verano😍.
No me extraña, sobri. Tus veranos son inolvidables;-) es uno de tus privilegios.
Te quiero.
¡ Qué canto tan bello al recuerdo y al olvido! En la memoria de nuestra piel están las huellas de todo lo vivido.Reconocerlo, abrazarlo y honrarlo es necesario para seguir creciendo y aprendiendo en nuestro camino.
Nuestros recuerdos,querida Pepa nos sonrien y entrelazan nuestras manos.
Siempre.
Siempre, amiga mia, siempre.
Pepa